De acuerdo con la antropóloga Kristell Andrea Villareal en su trabajo de investigación Trenzando la identidad: cabello y mujeres negras:

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La degradación física sufrida por las personas negras durante siglos ha culminado en una introyección de los cánones estéticos eurocéntricos que presiden a la cultura occidental y capitalista que nos rige. Los rasgos somáticos de los “negros” entonces son “malucos”, “burdos”, “toscos”, “exóticos” o “sucios”.

 

Para la investigadora Brina Hurgro, la desaprobación de los rasgos y expresiones estéticas afro no solo se dan a partir de otras culturas y figuras públicas de poder, sino también entre miembros de la propia comunidad. Estas implicaciones discriminatorias se pudieron demostrar con el estudio The ‘Good Hair’ Study: Explicit And Implicit Attitudes Toward Black Women’s Hair realizado por Perception Institute, en donde 4.163 participantes de diversas etnias y estratos socioeconómicos calificaron de 1 a 5, el cabello afro entre 2 y 3 puntos mientras que el cabello lacio y suave lo evaluaron entre 4.0 a 4.5 puntos.

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El estudio también realizó una encuesta para determinar qué es un buen cabello para los participantes, a lo que los investigadores concluyeron que “en Estados Unidos un “buen cabello" es considerado aquel que es ondulado o de textura recta, suave al tacto, tiene la capacidad de crecer, largo y requiere intervención mínima a través de tratamientos productos para ser considerados hermosos.

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Sin embargo, ¿Qué características tiene un buen cabello para los colombianos?

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De acuerdo con un estudio de Symrise realizado para Henkel, el 45% de las mujeres colombianas prefieren tener su pelo largo, así mismo, el 42% manifiestan que el color rubio es el tono más escogido a la hora de tinturarse, lo que evidencia una tendencia por el pelo claro y largo.

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Debido a la estrecha relación que existe entre lo bonito y lo occidental o eurocentrista en los parámetros de belleza colombianos, las mujeres afros ubicadas en este país han decidido realizar diversas prácticas en su cabello rizado, como el alisado, las trenzas o los rapados, generalmente con el fin de encajar en los esquemas estéticos de la sociedad o de obtener la percepción de “ser más lindas”, lo cual, para la creadora del canal de Youtube, Afro Flow, Yudis Rivas (Escuchar el podcast de Yudis aquí) es la respuesta a un chip de occidentalización.

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El movimiento del cabello natural afro, a pesar de que se ha dado con más fuerza en los últimos años, se remonta a 1960 con el surgimiento del movimiento político Black Pride (Orgullo Negro) cuyo objetivo era resaltar la identidad afroamericana mediante la apreciación de la belleza africana, algo parecido a lo que logró realizar la filosofía del movimiento Black is Beautiful tiempo más adelante. Gracias a estos y a más manifestaciones sociales y políticas, el cabello afro fue aceptado y reconocido como el orgullo de las raíces africanas. De acuerdo con Jeannie Pitt en su artículo The history of the "Afro" hair style, en la década de los 70, el afro el peinado más utilizado por distintas figuras públicas como la activista política Angela Davis, el músico Jimi Hendrix y distintos artistas de los géneros del R&B, el blues y el bubblegum pop como los miembros de The Jackson 5 y The Supremes.

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Actualmente, el movimiento del cabello natural se ha extendido desde las manifestaciones y marchas sociales hasta las redes sociales, los anuncios de televisión y las tendencias de la industria de moda más reconocidas.

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“No queremos ser mujeres blancas, no estamos incómodas con nuestros rasgos, no nos falta nada”, Antoinette Torres, fundadora y directora de la comunidad virtual Afroféminas, a S Moda.

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Llevar el cabello afro o al natural es un hecho político que muchas celebridades, colectivos y artistas están apoyando.

 

La actriz Lupita Nyong’o en el año 2017 denunció a la edición británica de Grazia por haber retocado su pelo en la portada de noviembre que protagoniza.

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“Estoy enfadada con Grazia por haberme editado y alisado mi pelo para tener una visión más eurocéntrica de cómo luce un pelo bonito. Como he dejado claro muy a menudo con cada fibra de mi ser, abrazo mi herencia natural pese a haber crecido pensando que la piel clara y el pelo sedoso eran los estándares de belleza, ahora sé que mi piel oscura y mi pelo indomable también son bellos”.

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Por otro lado, Torres afirma para el periódico El País, que este movimiento es una oportunidad para apoyar el autoestima y el valor de la historia.

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EL CABELLO AFRO EN LA HISTORIA

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Los peinados afros han sido y son el medio por el cual los afros a lo largo del tiempo, han manifestado protestas, denuncias e inconformidades acerca de la sociedad. A continuación un breve recuento de los momentos más importantes entorno al cabello en la historia afro:

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• En el año 1502, antes de los procesos de esclavitud, las mujeres africanas usaban diversos tocados elegantes y originales que requerían de cierto conocimiento y tiempo. Generalmente hacían referencia a la clase social de las familias y del estilista.

• Cuando inició la época de la esclavitud con africanos, algunas mujeres se ingeniaron unos peinados que indicaban los caminos y rutas de escape hacia su liberación. En Colombia las trenzas están arraigadas a la tradición e historia de liberación afrocolombiana de San Basilio de Palenque, el primer pueblo libre de América. Para conocer esta historia, ir al artículo El pelo Afro, un tema enredado de Mayra Bravo.

• Los peinados no solo marcaban una expresión estética sino también una ocasión en específico, como las bodas y las circuncisiones.

• De acuerdo con la investigadora en temas afrocolombianos, Emilia Valencia, el turbante fue usado por las esclavas “para cubrir con él sus trenzas entre las cuales escondían las semillas y el oro que posteriormente servirían para asegurar la supervivencia alimentaria de sus comunidades y para comprar libertades”. La periodista Mercedes Argurín en su artículo Sobre el uso del turbante africano y la aprobación cultural indica que el turbante también fue usado para mitigar el peso provocado por las bateas llenas de agua o alimento que las mujeres debían llevar, esa práctica hasta el día de hoy es posible verla en algunas zonas de países donde existe una fuerte presencia negra. También los nudos de estos, marcaban el nivel de jerarquía de la persona en las comunidades.

 

Como se pudo observar, el cabello y los peinados afro no son un tema que se mueve con las tendencias ni con las figuras públicas del momento, sino que posee unos significados históricos y valiosos para la diversidad cultural afrocolombiana. Tratar el tema con respeto e importancia es el primer paso para comprender y acercarse a la identidad afrocolombiana, una de las tantas culturas que habitan en Colombia, un país con una gran riqueza cultural según La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

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